lunes, 30 de noviembre de 2015

Tipos de fósiles



Tipos de Fósiles


Se le denomina como fósil, a toda huella, resto o indicio, que son capaces de servir como “testimonio” de la existencia de algún organismo, en un determinado tiempo de la historia pasada de la vida sobre la tierra.
Son herramientas útiles para el desciframiento de la historia antigua de la tierra y de los seres vivos (y su evolución), que han existido con el transcurso de las eras geológicas, y son estudiados por disciplinas científicas, como la paleontología, la paleobotánica y por la arqueología (en este último caso tratándose por ejemplo de fósiles relativamente recientes de homínidos y seres humanos relativamente antiguos).
Cuando un animal muere, solo sus partes “duras” como los huesos, dientes, caparazones, etc., resisten la descomposición, igualmente sucede con los troncos y otras partes de las plantas, que al verse “enterradas”, por capas de sedimentos, y sufriendo los efectos de diversas sustancias químicas y factores físicos, comienzan a sufrir el “reemplazo” de sus materiales orgánicos originales, siendo sustituidos por materiales minerales, es decir, sufren un proceso de mineralización o petrificación, teniendo diversos grados en dicha mineralización.
También son considerados como fósiles, aquellas impresiones o “moldes” de las formas de los organismos, que han quedado “plasmadas” en los sedimentos y posteriormente se han petrificado, así como las huellas de los diversos animales que hayan quedado impresas en los sedimentos, ya que con el andar del tiempo, se fueron petrificando hasta ser rocas.
Fósil por impresión
Fósil por “impresión”, dejada tras la muerte de un animal marino, en tiempos remotos.
También son fósiles aquellas sustancias que resultan de la descomposición de los restos animales y vegetales que con el tiempo, se han transformado en gas, petróleo o carbón, siendo más patente esta fosilización, en el caso del carbón, que suele conservar las formas de su ulterior estado de planta (usualmente troncos y ramas gruesas de árboles).
Huesos de dinosaurio fosilizados
Los fósiles más conocidos son quizás los de los dinosaurios, en donde se aprecia la fosilización de los huesos de estos animales extintos.
Se les llama fósiles tanto a los restos de animales y plantas, así como a los restos de actividad de los organismos que existieron en tiempos remotos.
Generalmente se le llama a sí a los restos de los animales prehistóricos, que son los más conocidos, como por ejemplo los dinosaurios o de animales marinos de tiempos remotos, quienes quedaron sometidos a procesos químicos y físicosluego de su muerte, prosesos que dieron como resultado la fosilización.
Existen varios procesos de fosilización, mismos que requieren del transcurso de miles o millones de años de cambios químicos y físicos en los materiales orgánicos, también procesos como el “encierro” que sufren algunos organismos, ya sea en resinas de árboles (ámbar y copal), o en glaciares como en el caso de algunos animales como mamuts y otros.
Uno de los principales procesos de fosilización es el que se lleva acabo, después de la muerte de un ser vivo, quedando este cubierto por ejemplo por capas de barro, que lo preservan de la descomposición natural y que posteriormente, al ir quedando bajo capas de barro y sedimentos van quedando cada vez más profundamente enterrados, y sus restos (por ejemplohuesos o caparazones), se van mineralizando poco a poco con el transcurso de los siglos, hasta quedar parcial o totalmente petrificados.

Principales tipos de fósiles:

Fósiles por petrificación.- Se trata de los fósiles que habitualmente se relacionan más con el concepto de fósil. Por ejemplo los que podemos observar en museos como huesos de dinosaurios y conchas marinas de animales muy antiguos, así como de plantas petrificadas. Se trata de seres vivos que luego de su muerte quedaron sepultados por capas de sedimentos que los cubrieron y conservaron parte de los materiales orgánicos “duros” (huesos, caparazones, conchas), siendo que luego del transcurso de millones de años cambiaron sus propiedades minerales, por las de los elementos circundantes, convirtiéndose entonces en fósiles petrificados o parcialmente petrificados (en algunos casos conservan parte de los elementos orgánicos originales como el calcio). Son ejemplos de ellos los fósiles de dinosaurios y otros reptiles antiguos, los fósiles de huevos, así como los de varias especies marinas cuyas conchas y caparazones se han fosilizado (trilobites y Jaekelopterus entre otros).
Fósiles por impresiones o huellas.- Se trata de las “impresiones” y huellas que han quedado en el barro, dejadas por diversos organismos tras su paso, y que por efectos físicos se secaron y con el transcurso del tiempo se petrificaron quedando protegidos muchas veces por capas de sedimentos o que se han preservado intactas petrificados por millones de años a la intemperie.
Huella fósil
Ejemplo de huella fosilizada de dinosaurio.
Son ejemplo las diversas huellas de dinosaurios, animales marinos (como amonitas y trilobites), que dejaron impresas al reptar o caminar, conservándose hasta la actualidad. También se encuentran en esta categoría las huellas fósiles halladas de diversos animales de las “edades de hielo” y de varios homínidos y el propio hombre antiguo, que se preservaron por miles de años tras su paso, así como las impresiones de animales de cuerpo blando, que al morir dejaron la “impresión” de su cuerpo en el barro, mismo que con el tiempo se endureció y petrificó, es el caso de algunos insectos y arácnidos de tiempos anteriores a los dinosaurios (durante el periodo en el cual estos seres, fueron la vida predominante en las tierras emergidas y contaban con tamaños exorbitantes a comparación de sus descendientes actuales).
Fósiles de ámbar.- Se trata de pequeños insectos, arácnidos, fragmentos de plantas e incluso reptiles diminutos, que se ven atrapados en las resinas de los árboles antiguos, y que luego de que la resina se seca y endurece, cayendo al suelo del bosque, es cubierta poco apoco por hojas y otros detritos, que al transcurrir miles de años se transforman en “copal”, y si el proceso es de millones de años su transformación química es la de ámbar, en ambos casos los materiales biológicos quedan atrapados dentro de la resina conservándose dentro de la “piedra” (ámbar o copal), denominándoseles fósiles.
Fósil de insectos
Fósiles de insectos y arácnidos “atrapados” en ámbar.
Fósiles por congelación.- Se trata de los restos de seres vivos (plantas o animales), que han quedado atrapados congelados en hielo o lodazales congelados, por cuyas causas han quedado parcial o casi totalmente conservados. Estos fósiles tienen relativamente poco tiempo, unos miles o cientos de miles de años, durante las glaciaciones, siendo mucho menos antiguos que los otros tipos de fósiles (los petrificados o encerrados en ámbar).
Sustancias fósiles.- Se trata de diversas sustancias que en algún momento fueron seres vivos, pero que con los diversos cambios químicos y físicos, como por ejemplo ser enterrados bajo capas de sedimentos a altas presiones y temperaturas, se han ido convirtiendo en compuestos carbonados como el petróleo, el gas natural o el carbón, siendo el resultado de que millones de seres vivos antiguos (microbianos, plantas, seres microscópicos y animales), se “disolvieran químicamente transformándose en hidrocarburos líquidos, o como en el caso de las ramas y troncos de árboles, en carbón (en donde aún se pueden ver las formas de las plantas). En consecuencia es común hallar restos fósiles en yacimientos mineros de carbón, grafito, diamantes, petróleo o de calcita (en especial en antiguos mares).

Otras clasificaciones de fósiles:

Fósiles de dinosaurios (huesos).- Son tal vez de los más famosos, tanto porque muchos se han conservado muy bien, así como por los grandes tamaños que llegaron a tener y que se aprecian en muchos ejemplares que se han ido descubriendo.
Fósiles de homínidos y de humanos antiguos.- Se trata del conjunto de fósiles que se han hallado de las diversas especies de homínidos, que se han ido sucediendo con el tiempo y de seres humanos. Estos son muy útiles en el estudio de la prehistoria humana.
Fósiles marinos.- Quizás sean de los más abundantes en el mundo, porque durante millones de años la mayoría de los seres que vivían en el mar y gran parte de ellos, al morir y desecarse los mares, formaron grandes conglomerados de conchas que se petrificaron (como los grandes yacimientos de calcita entre otros). También se cuentan entre estos, varias impresiones de peces, moluscos y artrópodos marinos, que se quedaron “plasmadas” en los fondos oceánicos y posteriormente se desecaron y petrificaron.
Fósil petrificado marino
Fósil por petrificación, de la concha de un animal marino de hace millones de años.
Fósiles vegetales.- Entre estos se encuentran tanto los árboles, semillas y restos vegetales petrificados, como los restos vegetales conservados en ámbar y copal, así como el propio carbón.
Fósiles vivientes.- Fósil “viviente”, es la denominación que suele aplicárseles a los diversos organismos (plantas, animales, bacterias, insectos, arácnidos), que se creían extintos en tiempos remotos, pero que se han descubierto que aún existen. Es el caso por ejemplo del celacanto, que se creía extinto en épocas pasadas, hasta haberse encontrado ejemplares vivos.

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